Wendy

Wendy llegó al refugio con una fractura de pata trasera (fractura de tarso) tras ser atropellada. Lamentablemente, aquí en España, el Gobierno no ofrece ningún tipo de ayuda médica ni económica a los animales heridos o enfermos, así que la única esperanza de Wendy eran las donaciones de voluntarios y patrocinadores. La operación de su pata fue cara, pero exitosa. A veces todavía levanta la pata operada, quizás por instinto, quizás por una ligera molestia; sin embargo, los cirujanos la han revisado varias veces y se ha curado muy bien. Wendy puede parecer tímida al principio, ¡pero en realidad es tímida y tiene un carácter encantador! Te da besos y palmaditas en el hocico enseguida cuando se da cuenta de que eres una buena persona. Sabe enseguida quién la quiere y le ofrece mucho cariño a cambio. Wendy se lleva bien con otros perros; solo quiere que se acerquen con delicadeza, y luego se integra perfectamente entre la multitud. Al principio se asusta un poco con los perros grandes, ladra un par de veces y luego se va. Aquí en el refugio, Wendy pasea con otros encantadores podencos y también conoce a diferentes perros, como nuestros collies, en el parque para perros durante su tiempo de socialización. Probablemente, la pata de Wendy siempre será un punto sensible, así que buscamos un hogar para ella donde tenga una vida activa, como una podenca joven, pero al mismo tiempo, no debería correr 20 kilómetros; mejor que tenga paseos controlados y quizás tiempo de juego en el jardín. A Wendy le encanta tomar deliciosos snacks de la mano y se acerca para acurrucarse cuando uno se agacha en el suelo. Disfruta comiendo y mueve la cola mientras come bien. Wendy estaría más feliz en un hogar con uno o más perros cariñosos que jueguen con atención, sin atropellar a la delicada Wendy, ya que es muy pequeña y delgada. Mide 48 cm de altura a los hombros. Informes médicos disponibles.